"Nos preocupa que precisamente sea el departamento militar de Estados Unidos el que lleve a cabo las investigaciones con las muestras genéticas de nuestros ciudadanos", dijo la portavoz del Ministerio ruso de Exteriores, María Zajárova.
La funcionaria indicó que estos experimentos del Pentágono obligan a Rusia a reforzar su seguridad biológica.
"La falta de transparencia del Pentágono en el ámbito de los estudios biológicos y su enorme interés por Rusia (…) plantean la necesidad de incrementar la seguridad biológica del país", subrayó.
Más tarde el portavoz del Mando de Formación y Educación Aérea de la Fuerza Aérea de EEUU, Beau Downey, admitió que el Pentágono recoge material genético de rusos alegando que se usan para un supuesto estudio de lesiones músculo-esqueléticas.
A este respecto, Zajárova subrayó que las explicaciones dadas por el Pentágono son poco convincentes y generan múltiples dudas.
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El viceministro ruso de Exteriores, Serguéi Riabkov, también ha calificado de "dudosas" las justificaciones del Pentágono.