Por lo general, estas partículas se forman en la colisión de átomos que se mueven a velocidades muy altas. Por ejemplo, de esta manera los físicos los obtenían dentro del Gran Colisionador de Hadrones. El proceso, sin embargo, no se detiene ahí: los cuarks disociados tienden a colisionar entre sí e interactuar con otras partículas, los bariones.
Los científicos pusieron el foco en la fusión entre los cuarks y los bariones y descubrieron que esta podría producir incluso más energía que la fusión de los átomos de hidrógeno, considerada antes ya como una fuente prácticamente 'sin límites'.
Lea también: Científicos rusos aprenden a usar transferencias de energía entre átomos
Según el autor, al principio los científicos no se atrevían a publicar los resultados de su trabajo. Temían que, al igual que en el caso de la síntesis de hidrógeno, los experimentos serían extremadamente peligrosos.
Sin embargo, más tarde resultó que la vida de los cuarks dura solo alrededor de un picosegundo, lo que es insuficiente para lanzar una reacción en cadena, porque los cuarks se descomponen rápidamente en otras partículas más ligeras.
#MadeinRussia: crean un dispositivo para producir combustible a partir de la luz solar https://t.co/jR4IUVAwlx pic.twitter.com/hSGIsiSdIf
— Sputnik Mundo (@SputnikMundo) 24 марта 2017 г.
No obstante, es solo una cuestión de tiempo: la teoría se ha probado experimentalmente y ahora los científicos solo tienen que preparar una base tecnológica para que una fuente de energía ambientalmente limpia e increíblemente potente sirva al beneficio de la humanidad, concluye Makárov.
Lea también: El Gran Colisionador de Hadrones encuentra nuevas partículas 'extrañas' y 'encantadas'