"Queremos seguir el camino de métodos legales diseñados para resolver problemas, incluyendo reforzar la Convención sobre armas biológicas, lo que hacemos y seguiremos haciendo aunque EEUU no muestra la debida disposición para fortalecer la Convención", dijo a los periodistas.
"Expresaremos nuestro rechazo a las acciones (de Estados Unidos) que puedan, aunque sea hipotéticamente, poner en peligro nuestra seguridad", dijo el diplomático a los periodistas.
Riabkov explicó que por ahora no puede afirmar que esa amenaza por parte de EEUU exista ahora mismo, pero "hay razones y motivos para preocupación y para hablar seriamente con los estadounidenses".
"Insistiremos desde el Ministerio de Exteriores en que EEUU tenga una actitud más coherente y responsable hacia el fortalecimiento del régimen (de bioseguridad)", aseguró.
Altos funcionarios rusos, incluido el presidente Vladímir Putin, han cuestionado que los investigadores estadounidenses estuvieran recolectando material genético de personas rusas, señalando que los propósitos de la investigación son poco claros.
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Consultado por Sputnik, el portavoz del Mando de Formación y Educación Aérea de la Fuerza Aérea de EEUU, Beau Downey, explicó que la investigación realizada por el ala médica de la Fuerza Aérea sobre marcadores biológicos vinculados a lesiones músculo-esqueléticas no apunta específicamente a los rusos, sino que está tomando muestras de personas de ese país con el fin de compararlas con las de un primer grupo de control.
De acuerdo con la web de la ONU, con el fin de reforzar la Convención sobre la prohibición del desarrollo, la producción y el almacenamiento de armas bacteriológicas (Biológicas) y toxínicas y sobre su destrucción en la tercera conferencia encargada del examen de la convención se instituyó en 1991 un grupo para desarrollar un régimen de verificación legalmente vinculante.
En 2016 Riabkov ya condenó el propósito de Washington de debilitar los acuerdos que prohíben las armas bacteriológicas e incrementar su infraestructura militar con este tipo de arsenal cerca de la frontera rusa.
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Moscú, en concreto, sugirió reanudar las conversaciones para crear un mecanismo de verificación y control internacional de la Convención que Estados Unidos y sus aliados mantienen bloqueadas desde 2001.
