"A partir de hoy, decreto un refinanciamiento y una reestructuración de la deuda externa y de todos los pagos de Venezuela y nombro una comisión especial presidencial, dirigida y presidida por el vicepresidente Tareck El Aissami, para iniciar el refinanciamiento y la reestructuración de todos los pagos externos de Venezuela", señaló el mandatario.
“He ordenado que a primera hora de mañana viernes 3 de noviembre se inicie el pago del bono Pdvsa 2017”, dijo.
Pdvsa, destacó Maduro, cumplió el pasado viernes con el pago de 841,88 millones de dólares para cubrir el bono 2020.
Venezuela tiene una deuda total, incluyendo al Gobierno central y a Pdvsa, "cercana a los 150.000 millones de dólares", que generan obligaciones anuales de unos 10.000 millones de dólares, según cifras ofrecidas a Sputnik por el diputado y presidente de la Comisión de Finanzas de la Asamblea Nacional (parlamento unicameral), José Guerra.
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El mandatario sostuvo que la medida busca que "cese la persecución financiera" de los bancos y organismos internacionales contra Venezuela.
El Gobierno hará un "reformateo completo de los pagos externos" para cubrir las necesidades del país, dijo Maduro y condenó que a su país, aunque cumpla, se le niegue el acceso a créditos o refinanciamientos.
El Gobierno estadounidense de Donald Trump impuso a Venezuela restricciones financieras concebidas para impedir a la administración de Maduro contraer nueva deuda.
Washington adoptó esas medidas como parte de un paquete de sanciones contra el Gobierno de Maduro, alegando que se trata de una "dictadura".
Borges, a su vez, había criticado recientemente a la administración de Maduro por priorizar el pago de la deuda externa en lugar de atender las necesidades urgentes de la población.
"Maduro pretende pagar en el año más de 12.000 millones de dólares en deuda externa, a pesar de la crisis económica que vive Venezuela, el gasto social de 2017 no llega ni al 40% de ese monto", dijo Borges.
Maduro aseveró el jueves que en los últimos cuatro años Venezuela ha pagado 71.700 millones de dólares en intereses, pese a la caída del precio del crudo que trajo como consecuencia una contracción de 100.000 millones de dólares en los ingresos por exportaciones de petróleo.