Irán cuenta con un total de siete ZLC, que son: Qeshm, Kish, Aras, Maku, Arvand, Chabahar y Anzali.
De acuerdo con Ghasemli, la principal función de la ZLC es facilitar la importación y exportación de mercancías, las cuales están exentas de cargos aduaneros y portuarios. Además, en este puerto se emiten certificados de fabricación y licencias para el comercio minorista, así como el permiso para una participación del 100% del capital extranjero.
"Por supuesto, no podemos dejar de mencionar ventajas como la atracción de capital extranjero, la creación de empleo, el aumento de los ingresos en divisas y la promoción de las exportaciones. Y todo esto en una base mutuamente beneficiosa. Por lo tanto, al invertir capital, un empresario extranjero no solo genera ganancias para sí mismo, sino que también garantiza el desarrollo y el florecimiento de la región", señaló el empresario.
Al hablar acerca de los detalles de Anzali en comparación con las otras ZLC iraníes, Ghasemli señaló que una de las principales ventajas de Anzali es su proximidad a la capital, Teherán. Esta ZLC, además, es la principal conexión entre Europa y Asia.
El empresario destacó que Rusia utiliza la ZLC de Anzali para exportar madera, cuyas transacciones tienen lugar en el mismo país eslavo antes de que los bienes lleguen a Anzali, y metal, que posteriormente es utilizado en grandes empresas de Isfahán, Tabriz y Shiraz.
Alexandr Sharov, director de las compañías RusIranExpo y Chemtrans y subdirector del Departamento de Irán del Club de Negocios de la Organización de Cooperación de Shanghái, habló con Sputnik acerca de las dificultades que los empresarios rusos encuentran en las ZLC iraníes.
"Hay alrededor de 10 empresas rusas en Anzali, en Araz no pasan de cinco. En Kish había más de 20, pero ahora casi nadie trabaja allí", apuntó.
De acuerdo con el empresario, esto se debe al hecho de que dichas ZLC todavía no aportan muchas ventajas económicas en comparación con el trabajo en Teherán y otras grandes ciudades de Irán.
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