"Espero que las declaraciones del señor Volker que contradicen directamente las acciones de Alemania, Francia, Rusia y Ucrania, en el formato de Normandía, no impidan elaborar esta hoja de ruta", dijo.
"El señor Volker declaró que primero es necesario que los pacificadores ocupen (…) Donbás lo cerquen, y solo después EEUU apoyará los esfuerzos del presidente (de Ucrania) Petró Poroshenko para que cumpla con todas sus obligaciones", recodó Lavrov.
En este sentido, el ministro subrayó, que en caso de ser así Kiev no hará nada de lo prometido antes.
El ministro subrayó que la única vía correcta es cumplir con los acuerdos de Minsk de manera estricta y escrupulosa.
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Asimismo, el canciller anunció que Rusia propuso al Consejo de Seguridad de la ONU que los cascos azules en Ucrania protejan a los observadores de la OSCE en todas las zonas en las que estos operan.
"Ahora nuestra proposición, presentada ante el Consejo de Seguridad de la ONU, supone que mientras los observadores de la OSCE ejercen sus todas sus funciones, siempre deben estar protegidos por los pacificadores armados de las Naciones Unidas", dijo.
Lavrov indicó que "Alemania y Francia ven (en esta propuesta) una oportunidad para pactar acuerdos".
Kiev "prometió señalar qué es lo que le sirve, pero pasó más de un mes, y todavía no lo hizo", señaló el ministro ruso.
A principios de septiembre Rusia expresó su apoyo al envío de los cascos azules a Ucrania pero apuntó que esa misión no debía no extenderse más allá de la línea de separación, mientras Kiev insistía en un mandato más amplio y se negó a dialogar directamente con las milicias.
El secretario general de la ONU, António Guterres, aseguró en una entrevista con Sputnik que la organización está dispuesta a hacer lo máximo posible para resolver la crisis ucraniana si las partes llegan a un acuerdo.
Desde abril de 2014 Kiev lleva a cabo una operación contra las milicias en el este de su territorio donde se proclamaron las repúblicas populares de Donetsk y Lugansk en respuesta al violento cambio de gobierno ocurrido en Kiev en febrero del mismo año.
Los acuerdos de Minsk, suscritos en septiembre de 2014 y en febrero de 2015, sentaron las bases para una solución política del conflicto, pero no han derivado hasta ahora en el cese de la violencia cuyo resultado la ONU estima en más de 10.200 muertos.