"Nuestras relaciones económicas se reaniman y ahora entran en la etapa del crecimiento", dijo Pinheiro al comentar la influencia de las sanciones en el comercio entre Rusia y la UE.
Agregó que "existe un gran ámbito donde podríamos desarrollar nuestras relaciones y llegó el momento para hacerlo".
"Tenemos un interés recíproco por el intercambio de tecnologías, tenemos el sector turístico, hay comercio de madera y materiales de decoración, además tenemos contactos en el ámbito de la energía renovable, tenemos relaciones comerciales en sectores de vino, tejidos y calzado", indicó.
El diplomático resaltó que "hay un mundo entero al que no afectan las sanciones y trabajaremos en este ámbito".
Además de la prohibición de entrada y la congelación de activos para decenas de cargos públicos y empresarios, Occidente prohíbe exportar a Rusia armas, productos de doble uso y tecnologías para la producción de hidrocarburos y no permite a los bancos rusos financiarse a largo plazo.
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Rusia sostiene que no es parte del conflicto en Ucrania y que las sanciones son contraproducentes y mantiene en respuesta, desde agosto de 2014, el embargo a algunas importaciones agroalimentarias de EEUU, la UE, Australia, Canadá y Noruega.