"Durante el período en cuestión en 52 ciudades de Rusia fueron recibidas llamadas anónimas con amenazas de explosión relacionadas con 1.300 establecimientos, fueron evacuadas más de 500.000 personas, todos los locales fueron registrados y en ninguno se confirmó la amenaza", dijo el funcionario.
Desde el 11 de septiembre Rusia afronta una oleada de llamadas anónimas con avisos de bomba, y hoy por hoy fueron evacuados 1,4 millones de personas, lo que representa un 1% de la población total de Rusia.
Según el Servicio Federal de Seguridad ruso (FSB), las pérdidas por falsos avisos de bomba superaron los cinco millones de dólares.
El FSB informó que desde mediados de octubre en el país se reportaron menos llamadas anónimas sobre bombas.