Se trata de la GBU-53/B Small Diameter Bomb II (SDB II).
La empresa Raytheon comenzó a desarrollar la nueva munición en 2006. En 2015, el Departamento de Defensa de EEUU encargó un lote experimental de 144 SDB II y en un futuro cercano comenzará su producción en serie. El Pentágono propone equipar los aviones F-35A y los cazas F-18 con estas bombas.
En cuanto a las características tácticas de la bomba se sabe que el SDB II es una bomba controlada con una masa de 113 kilogramos.
Ataca objetivos fijos a una distancia de hasta 110 kilómetros y a objetivos móviles a una distancia de hasta 70 kilómetros sin importar cuáles sean las condiciones climáticas.
Al mismo tiempo, los desarrolladores enfatizan que la nueva bomba reemplazará parcialmente a los misiles, cuyo costo —pese a tener las mismas características tácticas y técnicas— es mucho más elevado que el de la SDB II.