En su blog, Krause señala que, al otorgar a las aplicaciones el permiso para usar la cámara, estas son capaces de acceder a la cámara frontal y posterior del aparato y fotografiar y grabar en cualquier momento en el que la aplicación esté activada.
"El problema es que cualquiera que opte por explotar esta autorización a usar la cámara podría localizar usuarios, encontrar otras fotos del propietario del dispositivo e incluso observarlo mientras está sentado en el inodoro y transmitir este espectáculo para que otros lo vean", informa TNW.
De acuerdo con Krause, poco se puede hacer para evitarlo.
Una posibilidad es equipar la cámara con cubiertas, de modo que sea imposible tomar imágenes. La otra es retirar el acceso a la cámara de todas las aplicaciones, aunque esta opción implicaría perder algunas funciones de las aplicaciones como tomar y enviar fotos de forma directa.
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