"Esto señala que el conflicto entra en una nueva fase, porque la resistencia en Cataluña será muy fuerte, una parte de los separatistas ya consideraban a España un régimen ocupante, ahora estos ánimos de protesta aumentarán", dijo.
El Parlamento de Cataluña aprobó la resolución propuesta por los grupos independentistas para proclamar la República catalana e iniciar un proceso constituyente en virtud de los resultados del referéndum del 1 de octubre.
La resolución fue aprobada con 70 votos a favor, 10 votos en contra y 2 abstenciones.
Los diputados depositaron su voto de manera secreta en una urna, una medida excepcional tomada para paliar las más que previsibles consecuencias penales por su participación en la votación.
Por su parte, el Gobierno central de España calificó de ilegal la consulta y, tras producirse la declaración de independencia, el pleno del Senado en España aprobó la aplicación del artículo 155 de la Constitución para cesar a los dirigentes catalanes e intervenir algunas de sus instituciones.