Los plaguicidas, además de matar plagas, generan consecuencias graves en las personas, contaminan ríos y afectan al ecosistema. Con este panorama desalentador, surgen estudios enfocados en comprobar los efectos y concientizar a la población y a los gobiernos.
Entre estas investigaciones se encuentra un estudio en una importante zona frutícola argentina del Alto Valle que comprobó el impacto de los plaguicidas en los bebés de madres que residieron en áreas expuestas a la fumigación, a través de un análisis en la sangre de cordón umbilical de los pequeños.

28 de julio 2017, 23:30 GMT
Para conocer más, conversamos con María Gabriela Rovedatti, del Laboratorio de Toxicología de Mezclas Químicas de Exactas de la Universidad de Buenos Aires, una de las autoras de la investigación que acaba de publicarse en la revista científica Environmental Science and Pollution Research.
"Hay una mayor fragilidad en los eritrocitos (glóbulos rojos) de la sangre de cordón de los bebes recién nacidos de las mujeres rurales en época de aplicación de plaguicidas, y también en los linfocitos de esta sangre vimos daños en el ADN", explicó Rovedatti.