"Si antes decía que Saakashvili tiene un estatus que hace imposible deportar o extraditarlo, ahora el Servicio Estatal de Migración rechazó su solicitud de estatus de refugiado y (…) el señor Saakashvili no ha recurrido a los tribunales a este respecto", dijo citado por la televisión 112 Ukraina.
Ahora, dijo Lutsenko, no hay obstáculos que imposibiliten la deportación o extradición de Saakashvili.
Antes Lutsenko acusó a Saakashvili de haber "traspasado la línea roja" y de haber organizado provocaciones para tomar el poder.
"La ironía consiste en que el Servicio de Migración no solo no rechazó (la solicitud), sino que hasta ahora no ha respondido a mi solicitud y en general no ha presentado documentos algunos que cuestionen mi derecho de estar en Ucrania", escribió en su cuenta de Facebook.
Este 24 de octubre el fiscal general acusó a partidarios de Saakashvili, que organizaron protestas frente a la sede parlamentaria, de planear un golpe de Estado.
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Anteriormente Saakashvili declaró que hombres armados secuestraron al exjefe de su guardia, además denunció no poder ponerse en contacto con dos compañeros suyos, dos días después denunció ante la Fiscalía el secuestro y la deportación a Georgia de tres compañeros suyos.
Subrayó que las acciones del servicio migratorio de Ucrania "se corresponden con la legislación vigente" de Ucrania.
Saakashvili ocupó la presidencia de Georgia de 2004 a 2013, pero en diciembre de 2015 fue despojado de la nacionalidad georgiana tras adquirir la de Ucrania, donde trabajó primero como asesor de Poroshenko y más tarde fue nombrado gobernador de Odesa.
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En julio pasado, fue privado de la nacionalidad ucraniana, según la explicación oficial, por haber proporcionado información falsa a la hora de solicitarla.
En Georgia Saakashvili fue acusado de malversación de fondos y de reprimir con armas una manifestación pacífica, por lo que fueron emitidas una orden de arresto y dos solicitudes de extradición remitidas a las autoridades ucranianas, ambas denegadas por Kiev.