"Hace un mes, tras el referéndum de la independencia, ¡tanta esperanza tenían los kurdos! Tenían su ejército —peshmerga—, su petróleo y su dinero. Se consideraban un importante actor en la región", reflexiona el politólogo Guevorg Mirzayán en un artículo para Sputnik.
Aunque la crisis técnicamente está en desarrollo, ya se puede designar a los ganadores y perdedores de la situación, propone Mirzayán.
Quién lo perdió
Claramente, los kurdos están en desventaja, declara el autor. El referéndum debía legalizar su dominio sobre sus "adquisiciones territoriales" en Irak, pero al final perdieron el control sobre ellos.
Además, destrozó las relaciones de los kurdos iraquíes con Turquía. Antes, el comercio de petróleo por el territorio turco permitía independizarse de la infraestructura logística de Bagdad y también comprar productos necesarios a Ankara. Pero el líder turco, Recep Tayiip Erdogan, percibió la votación independentista como un golpe en la espalda y cambió de inmediato su retórica.
Estados Unidos, los aliados formales de los kurdos, también se ven en desventaja tras "básicamente entregarlos a Bagdad", valora Mirzayán.
En primer lugar, Washington pudo frenar o prevenir el ataque, ya que es muy poco probable que no supiera de la ofensiva inminente. En segundo lugar, durante las propias tensiones no se puso del lado de los kurdos, optando por un tipo de neutralidad.
"Es cierto que hay una culpa de los propios kurdos iraquíes: ignoraron la demanda de Washington de abstenerse de la votación. Pero el deseo de los norteamericanos de 'castigar' a los kurdos llevó a su propia derrota estratégica", escribe el autor.
Mientras Washington prometió con fuertes palabras "poner a Teherán en su lugar" e incluso pone en duda el futuro del acuerdo nuclear con el país persa, en el caso de Kurdistán —"un claro ejemplo de una guerra proxy"— no hicieron nada.
"Los iraníes querían solucionar 'el problema kurdo' y prevenir la conversión de un Kurdistán independiente en un punto de lanza estadounidense, el cual se podría utilizar para desestabilizar las regiones kurdas del propio Irán", explicó.
Pero los estadounidenses se rindieron justamente en el inicio. Ahora apenas otros actores van a apoyar a Washington en su conflicto con Teherán.
Los ganadores
Es una clara victoria para Irán, que eliminó la amenaza de un Kurdistán desestabilizador y fomentó sus posiciones en Irak, según Mirzayán.
Finalmente, la 'experiencia' de los kurdos iraquíes podría resultar beneficiosa para… Moscú, que históricamente tiene relaciones estables con este pueblo y que está dispuesto a desarrollar los lazos económicos y políticos con la región.
Pero aún más importante es que otros kurdos también saquen conclusiones correctas:
"[Los kurdos sirios] ahora deberían pensarlo dos veces si vale la pena jugar al lado de EEUU contra Rusia en Deir Ezzor y correr el riesgo de una respuesta conjunta siria, rusa, iraní y turca sin garantías de seguridad por parte de Washington", teoriza el politólogo.
De sacar las conclusiones correctas, esto podría ayudar a Moscú a acercar la victoria definitiva en Siria, concluye.
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