Durante el bombardeo de los aviones de la OTAN, Jaled perdió a 13 miembros de su familia, incluyendo a su esposa embarazada, dos hijos, una tía y una sobrina. Su padre, su madre, sus hermanas y otros familiares resultaron heridos.
"En mayo de 2011, mi padre tuvo una conversación telefónica con la oficina de Sarkozy. Le propusieron huir de Libia y le dijeron que había un avión listo para llevarlo con su familia de Túnez a París", cuenta Jaled a Sputnik.
Su padre contestó a Sarkozy que no fue mercenario en la revolución (que llevó al poder Muamar Gadafi), sino que fue parte de ella. "Defendí mi país de los colonialistas y no me convertiré en traidor ni agente de nadie", cita el activista a su padre.
"Entonces, primero bombardearon la oficina de mi padre en Trípoli, y luego la casa", añade Jaled.
Según el interlocutor de la agencia, su padre "tenía una gran influencia en la sociedad libia, lo respetaban y escuchaban, podía unir a las tribus libias".
"Estoy totalmente convencido de que los agentes de la OTAN en Libia informaron sobre él a Sarkozy y Hamad (los entonces presidente de Francia y emir de Catar respectivamente) y su destino quedó sellado".
Según el demandante, ninguno de los miembros de su familia había huido del país. Nadie podía haberse imaginado que bombardearían una vivienda llena de mujeres y niños.
"Al atacar nuestra casa, la coalición acercó el colapso del país y lo sumergió en el caos que ahora reina en Libia", asegura el interlocutor de la agencia.
La guerra contra Libia se desató ilegalmente. Según la Carta de la ONU, en este tipo casos, la presión comienza "con un bloqueo diplomático y económico, y luego se aplica la fuerza. Y para ello, cinco estados —Rusia, EEUU, Francia, el Reino Unido y China- se reúnen y junto con el secretario general adoptan un plan de acción. Pero esto no se hizo, y Francia atacó independientemente a Libia. No hubo comisión de investigación, como en los conflictos africanos anteriores, en el Congo, por ejemplo".
"Los políticos tomaron decisiones basadas en mentiras y rumores difundidos por el canal Al Jazeera", asegura Jaled.
Respecto a los objetivos de Francia en esta campaña, Jaled comenta: "A través de inversiones y uniones económicas Libia creó la Unión Africana, que comenzó a amenazar los intereses franceses en África. Además, Sarkozy tenía que destruir todas las pruebas de que había recibido dinero para la campaña electoral en Libia. Para lograr sus objetivos, Francia y Catar entraron en una vil colusión contra mi país".
Entonces, la solicitud fue rechazada, puesto que el demandante no era ciudadano de ningún país europeo y, por lo tanto, no podía demandar en Bélgica. La decisión del tribunal fue apelada en enero de 2013. La audiencia en la Corte de casación debía haberse celebrado el 12 de octubre de 2017, pero se pospuso para el 30 de noviembre de 2017, explica el activista libio.
"No nos presta apoyo oficial ninguna organización estatal ni gubernamental. Solo disponemos de las simpatías de algunas figuras públicas de diferentes países. Esperamos obtener asistencia internacional en el proceso legal iniciado. Después de todo, la OTAN destruyó el país", concluye el activista público.