Durante años, la comunidad científica se ha cuestionado acerca de la posible existencia de un gran cuerpo celeste cerca o dentro de la gruesa capa de objetos transneptunianos conocida como cinturón de Kuiper. Un artículo publicado a principios de octubre por el Laboratorio de Propulsión a Reacción —JPL, por sus siglas en inglés— de la NASA consideró plausible la posibilidad.
Pese a que no confirmó la existencia del planeta, JPL mencionó las palabras de Konstantin Batygin, un astrofísico del Instituto de Tecnología de California (Caltech), acerca de que existen "cinco líneas diferentes de evidencia observacional que apuntan a la existencia del Planeta Nueve".
"Si eliminas esta explicación e imaginas que el Planeta Nueve no existe, entonces generas más problemas de los que resuelves. De repente, tienes cinco acertijos diferentes y debes descubrir cinco teorías distintas para explicarlos", consideró el experto.
Sin embargo, otros científicos ofrecen una explicación diferente para las evidencias acerca del Planeta Nueve citadas por Batygin. Un análisis reciente basado en un proyecto de mapeo del cielo, llamado Outer Solar System Origins Survey, sugiere que las evidencias también podrían ser causadas por una distribución aleatoria de los llamados objetos transneptunianos. Aún así, dicho análisis no logró descartar por completo la existencia del Planeta Nueve.
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