"El 10 de octubre, el Parlament celebró una sesión con el objeto de valorar el resultado del referéndum y sus efectos; y donde propuse dejar en suspenso los efectos de aquel mandato popular", dice Puigdemont en una carta dirigida a Mariano Rajoy.
Al igual que el 16 de octubre, cuando cumplía el plazo del primer requerimiento enviado por Rajoy a Puigdemont para aclarar si declaró o no la independencia, el dirigente catalán evitó dar una respuesta binaria.
"Un porcentaje superior al que permitió al Reino Unido iniciar el proceso del Brexit y con un número de catalanes mayor del que votó el Estatuto de Autonomía", destaca.
No obstante, Puigdemont señala que sobre los efectos de ese referéndum pesa una suspensión que "continúa vigente".
El dirigente catalán dice que tomó la decisión de suspender la independencia para "propiciar el diálogo".
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En ese sentido, el presidente catalán lamentó que Rajoy no haya respondido a la propuesta de reunión que le envió el 16 de octubre y, sobre todo, mostró su decepción porque "tampoco ha sido atendida la petición de revertir la represión".
"Al contrario, se ha incrementado y ha comportado la entrada a prisión del presidente de Ómnium Cultural y el presidente de la Asamblea Nacional Catalana, entidades de acreditada trayectoria cívica, pacífica y democrática", señala.
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Asimismo, aseguró que pese a que el "mandato" del 1-O se encuentra suspendido, el Parlament podría darle validez si persiste la "represión" por parte de España.
"Si el Gobierno del Estado persiste en impedir el diálogo y continuar la represión, el Parlament de Cataluña podrá proceder, si lo estima oportuno, a votar la declaración formal de la independencia que no votó el día 10 de octubre", dijo Puigdemont.
El Gobierno de Mariano Rajoy explicó en múltiples ocasiones que, de no recibir una negativa rotunda a la pregunta sobre si se declaró o no la independencia, procedería a aplicar el artículo 155 de la Constitución, que le permite actuar contra comunidades autónomas declaradas en desobediencia.
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