Los días internacionales que se celebran son incontables y ya nos hemos acostumbrado a ellos. De acuerdo a la organización Naciones Unidas, su propósito principal es sensibilizar, concienciar, generar atención e indicar que existe un problema sin resolver, un asunto importante y pendiente en las comunidades para que, por medio de esa sensibilización, los gobiernos y los estados actúen y tomen medidas o para que los ciudadanos así lo exijan a sus representantes. Este tipo de concientización es lo que necesitamos con el día Mundial de la Alimentación, el 16 de octubre. La garantía alimentaria del mundo es una gran preocupación en estos días. Honestamente, siempre lo ha sido.
En mi continua búsqueda por encontrar estas respuestas, le hice esta última pregunta directamente a Helen Clark, primera ministra de Nueva Zelanda en tres ocasiones, pasada administradora del Programa de Naciones Unidas Para el Desarrollo (PNUD) y la mujer que estuvo a punto de ser la primera en dirigir Naciones Unidas, una mujer que ha sabido romper el techo de cristal en la arena global. Su respuesta fue clara y sin rodeos en cuanto a los pasos que hay que tomar. En su cuenta verificada de Twitter @HelenClarkNZ nos indica: “Uso de transferencias de efectivo, creación de empleos y educación gratuita”.
Use of cash transfers, job creation, free education.
— Helen Clark (@HelenClarkNZ) 17 de octubre de 2017
Por años, los líderes mundiales se han reunido en cumbres para buscar una solución al problema y han venido con ideas tan innovadoras como el cambio de horario para impactar los aparatos productivos… y todavía seguimos con el problema. En lo que todos coinciden es en la importancia de la educación como factor determinante y en la creación de empleos como generador de riqueza y, por ende, reductor de pobreza a través del aumento del poder adquisitivo.
Lea más: Políticas de austeridad generan pobreza en América Latina
La misma pregunta le formulé al subdirector general de la UNESCO, Getachew Engida, y esta fue su respuesta a través de su cuenta de Twitter @GEngida56: “invertir en educación, sistemas de alimentos y servicios de salud. Mucho mejor si se implementan los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODSs) holísticamente“.
3 things — invest in education, food systems & heath services 4 all. Better still implementing SDGs holistically. https://t.co/jfylIFmYrD
— Getachew Engida (@GEngida56) 17 de octubre de 2017
Por otro parte, Toily Kurbanov, Coordinador Ejecutivo Adjunto del programa de Voluntarios de la ONU, señala que se necesitan “políticas inclusivas centradas, alianzas para implementación y rendición de cuentas para resultados”.
Inclusive, targeted policies; inclusive, broad partnerships for implementation; public accountability for results
— Toily Kurbanov (@ToilyKurbanov) 17 de octubre de 2017
Sin embargo, me gustaría resltar tres factores que impiden la realización de este sueño de Estado del bienestar y de felicidad plena para todos:
Desigualdad y/o inequidad
Corrupción
Solo a Colombia, la corrupción le roba 50 billones de pesos (17.000 millones de dólares), un billón por semana. Imaginemos las cifras mundiales. A diferencia del célebre Robin Hood, que robaba a los ricos, la corrupción significa, llanamente, robar a los pobres. En 2016, el Fondo Monetario Internacional (FMI) publicó un informe titulado "Corrupción: costes y estrategia para mitigarla" en el cual reconocen que el costo anual de la corrupción es equivalente al 2% del Producto Interno Bruto (PIB) del planeta, en total más de US$2 billones por año.
Más aquí: Mayoría de la población latinoamericana dispuesta a luchar contra la corrupción
La Directora del FMI, Christine Lagarde, en ese momento señaló que "los costos indirectos que no conocemos son más debilitadores". Por esta razón, necesitamos trasparencia radical y rendición de cuentas, no hay camino de regreso.
Voluntad política
¡Querer es poder! La voluntad humana es lo que se necesita para convertir lo imposible en posible. El interés y la pasión por las cosas revolucionan el orden del universo. Basta con imaginar todo el dinero que el mundo se ahorraría en corrupción y tener la voluntad política para distribuirlo equitativamente, un mundo ideal.
LA OPINIÓN DEL AUTOR NO COINCIDE NECESARIAMENTE CON LA DE SPUTNIK Y LOS TEXTOS ESTÁN AUTOEDITADOS POR LOS PROPIOS BLOGUEROS