En una carta remitida a Financial Times, Drace-Francis recuerda algunos episodios de las relaciones entre Cataluña y Reino Unido y concluye que la independencia de la primera ayudaría a avanzar los intereses británicos.
Drace-Francis recuerda que, en el contencioso sobre Gibraltar, el Reino Unido no tiene ninguna obligación de devolver el peñón al Reino de España "hasta que España acepte, como acordó, ceder Melilla y Ceuta a Marruecos y Olivenza a Portugal".
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"A pesar de que abandonamos a los catalanes en 1713 y 1938, nos dieron apoyo ayudando a escapar a los aviadores británicos en 1940-44, en una época en que eran necesarias seis semanas para construir un bombardero y seis meses para entrenar a un piloto", agrega.
En su dilatada trayectoria diplomática, Charles Drace-Francis ha ocupado puestos de responsabilidad del Foreign Office (Ministerio de Exteriores británico) en Teherán, Hong Kong y Bruselas.