"La postura dominante en la UE es que no somos nosotros quienes deben quemar los puentes", dijo Asselborn a la prensa al responder si la UE va a suspender las consultas sobre el ingreso de Turquía en la cumbre de esta semana.
El ministro de Exteriores de Luxemburgo explicó que es importante mantener el diálogo con Turquía porque casi la mitad de los nacionales turcos votó en contra la transición del sistema parlamentario al presidencialista en el referendo constitucional en abril y no porque a la UE le guste la política del presidente Recep Tayyip Erdogan.
"Para la suspensión oficial del proceso del ingreso es necesario que por lo menos nueve países pidan a la Comisión Europea que haga una conclusión, y la Comisión Europea tiene el derecho de decidir", señaló.
Subrayó que se requiere un acuerdo común y que todavía no es hora para hacerlo.
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A principios de septiembre la canciller federal de Alemania, Angela Merkel, dijo que recomendará a la UE plantearse una posible suspensión o terminación de las negociaciones sobre la admisión de Turquía.
Turquía solicitó la adhesión a la Comunidad Económica Europea en 1959, al año siguiente de la creación de este organismo, y en 1963 firmó un acuerdo de asociación con la CEE como medida previa a una integración cabal.
Desde 1999 Turquía es candidata al ingreso en la UE y entabló negociaciones formales para la incorporación en 2005.
En julio pasado, el presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, dijo que el bloque comunitario mantiene la puerta abierta para Turquía a pesar de los desacuerdos, pero insistió en que los candidatos al ingreso compartan los valores europeos.
La posible restauración de la pena de muerte en Turquía, según las reiteradas advertencias de Bruselas, cerraría definitivamente la puerta para el ingreso en la UE.
Erdogan mencionó en repetidas ocasiones la posibilidad de convocar un referéndum para que el pueblo decida si conviene o no continuar las negociaciones sobre el ingreso de Turquía en la Unión Europea y acusó a Bruselas de discriminar a su país por motivos religiosos.