A las 10.00 de la mañana se agota el plazo que el Gobierno central dio al presidente de Cataluña para aclarar si declaró la independencia o no.
En una respuesta más elaborada, que se enviará a Madrid por burofax, Puigdemont recogerá el mandato del 1-O y mantendrá la llamada al diálogo incluyendo argumentos y líneas básicas acordadas con los interlocutores con los que se reunió en las últimas horas.
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"La prioridad de mi gobierno es buscar con toda la intensidad la vía del diálogo. Queremos hablar, como lo hacen las democracias consolidadas, sobre el problema que le plantea la mayoría del pueblo catalán que quiere emprender su camino como país independiente en el marco europeo", dice el mensaje que ha trascendido a los medios.
"Durante los próximos dos meses, nuestro principal objetivo es emplazarle a dialogar y que todas aquellas instituciones y personalidades internacionales, españolas y catalanas que han expresado su voluntad de abrir un camino de negociación tengan la oportunidad de explorarlo. Comprobaremos de esta manera el compromiso, de cada una de las partes, en hallar una solución acordada", dice la carta.
Más adelante, Puigdemont traslada al presidente Mariano Rajoy dos peticiones, "que se revierta la represión contra el pueblo y el gobierno de Cataluña" y que se concrete lo antes posible una reunión que permita explorar los primeros acuerdos.
"No dejemos que se deteriore más la situación", insta el presidente catalán.
Sin embargo, Puigdemont pidió al Parlamento catalán que mantenga en suspenso la proclamación de independencia para dar espacio a un diálogo con Madrid.
Horas más tarde, el presidente del Gobierno español, Mariano Rajoy, le puso a Cataluña plazo hasta el próximo lunes para aclarar si declaró la independencia o no y añadió que si Puigdemont responde que, efectivamente lo hizo, tendrá unos días más para desistir de aplicar la declaración.