La nave, llamada 'Black Pearl' ('Perla Negra', en español), pretende desafiar los enfoques establecidos al ser la primera embarcación que combine el uso de las velas con la acumulación de energía solar.
La principal innovación del proyecto es la integración de los paneles solares flexibles dentro del tejido de las velas, según Burlakov. Es más, el yate está dotado también de rotores que generan la energía hídrica del agua desplazada durante el movimiento.
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"No es un barco para divertirse. El objetivo del proyecto es crear naves con nuevas fuentes de energía y nuevas oportunidades", subrayó Burlakov, quién invirtió ya entre 250 y 400 millones de euros en su creación.
'Perla Negra' mide 106 metros y alberga hasta 12 personas. Actualmente, la innovadora nave está pasando las pruebas. Burlakov espera recibir el certificado de uso para el barco antes del fin del año corriente.
Curiosamente, el empresario ya recibió ofertas de vender el yate que superan en el doble sus inversiones en el proyecto. Pero no es el plan del magnate: Burlakov prevé construir un enorme buque de carga a 'velas solares' que mediría 200 metros.
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La única desventaja de los barcos alimentados por la energía alternativa es su baja velocidad, comentó el proyecto Guennadi Yegórov, un ingeniero naval encuestado por la revista.
Según él, se puede combinar las ventajas de los dos enfoques al dotar los buques de carga con paneles solares para cubrir las necesidades esenciales de la tripulación, pero la transición completa hacia la energía verde en la industria naval "es un factor positivo, pero no una alternativa similar".
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