La idea de organizar estos encuentros de jóvenes a gran escala surgió después del final de la Segunda Guerra Mundial.
La Unión Soviética fue más activa que otros países en apoyar este evento, pero los primeros festivales no se celebraron en la URSS, sino en los países de Europa del Este: Checoslovaquia, Hungría, Polonia y la RDA.
A la URSS, el festival llegó en 1957. En esa ocasión y por primera vez en décadas, a la Unión Soviética arribaron cientos de extranjeros, no sólo de los países que estaban cerca ideológicamente, sino también británicos, estadounidenses, belgas o franceses.
Los siguientes festivales tuvieron lugar no solo en los países del campo socialista, sino también en Austria (1959) y Finlandia (1962).
En 1978 por primera vez la fiesta juvenil deja el territorio europeo para celebrarse en un país latinoamericano. Cuba acoge el XI Festival. En 1985 el festival regresó a la Unión Soviética y en 1989 llega a Asia, al celebrarse en Pyongyang.
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La década de 1990 no fue el mejor momento para el movimiento del festival. El colapso del campo socialista en Europa influyó fuertemente en todo el movimiento de izquierda. Con el fin formal de la Guerra Fría, era aparentemente irrelevante luchar por la paz y la amistad. Como resultado, en toda la década hubo un solo festival, en La Habana de 1997, a propuesta del líder cubano Fidel Castro.
Ahora vuelve el festival a la tierra rusa, aunque esta vez no será en Moscú sino en la conocida como la 'joya' del sur de Rusia. En tiempos convulsos de guerras y terrorismo, los jóvenes llegan a recordarnos que es posible convivir en paz. El futuro tiene la palabra en Sochi.