Moro descartó la necesidad de una "audiencia formal o la presencia de un perito" para que Lula entregue estos documentos, tal como pedían los abogados del expresidente, según estableció el juez en su decisión hecha pública durante esta jornada.
La defensa del líder izquierdista quería desmontar así la tesis de los investigadores de la Operación Lava Jato de que ese apartamento era un regalo de Odebrecht y que era la constructora la encargada de pagar el alquiler.
Sin embargo, para los investigadores "no hay un flujo financiero que compruebe la relación de alquiler" y los recibos son "papeles creados" para disimular la titularidad real del inmueble usado por el expresidente, presuntamente comprado con recursos ilícitos de Odebrecht.
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Por todo ello, los fiscales pidieron al juez Moro producir nuevas pruebas que puedan contribuir a evidenciar la "falsedad" de esos recibos.
El expresidente Lula, del Partido de los Trabajadores, tiene varias causas abiertas en la Justicia, aunque ya fue condenado por una de ellas a nueve años y medio de cárcel.
La sentencia no es firme, pero si es confirmada por un juzgado de segunda instancia impediría que Lula se presente como candidato en las elecciones de 2018.