Así, más del 40% de los residentes en Francia, Alemania y Polonia y un 33% de los británicos encuestados por la empresa Ifop creen que Estados Unidos influye en las elecciones de otros países.
A este respecto, Sputnik ha intentado aclarar por qué se acusa a Rusia de injerencia en los comicios de otros países y quién tiene realmente la culpa de tal injerencia, si esta existe.
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También señala que, desde principios de los años 90, Rusia se retiró del escenario global, pero hace poco regresó con mayor ímpetu aún, "con el objetivo de volver a posicionarse y consolidarse como una potencia a nivel internacional tratando de retomar su papel como equilibrio de la balanza entre Oriente y Occidente".
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Reséndiz cree que las élites de EEUU lo han notado y lo han decidido utilizar para fines propios. "Se han dado cuenta de que los instrumentos que utilizan para influir en diversos procesos electorales a nivel internacional, e incluso en su propio país, han dejado de tener el mismo impacto y han visto en Rusia un chivo expiatorio idóneo para culpar de cualquier situación que no les favorezca".
"Desde mi punto de vista, fueron las propias elites demócratas en el interior de EEUU quienes lograron las divisiones necesarias que permitieron el triunfo de Donald Trump", opina Reséndiz.
Un claro ejemplo de intervención lo ve el politólogo en las acciones de EEUU y la UE cuando exigieron que Vladímir Putin no presentara su candidatura para la Presidencia en 2012. La UE ha tenido también una participación notable en elecciones en otros países. No obstante, la mayor y más ruinosa injerencia fue efectuada por EEUU en Libia, Siria e Irak, donde mató o intentó matar a sus líderes para sustituirlos con sus propias ideas de la democracia.