De concretarse el deseo de Sgarbi, el capitán de la 'Juve' y de Italia se sumaría a una larga lista de destacados futbolistas que tras concluir su carrera deportiva se dedicaron a la política.
Un caso destacado en eso de cambiar la ropa deportiva por el saco lo es sin lugar a dudas el mexicano Cuauhtémoc Blanco, quien es considerado uno de los mejores futbolistas de su país pero que ya en el declive de su carrera se lanzó a la política y actualmente es alcalde y planea postularse como gobernador en los comicios de 2018.
Hay historias interesantes como la del liberiano George Weah, quien a mediados de la década de los noventas del pasado siglo se convirtió en uno de los delanteros más conocidos del fútbol europeo, siendo el único jugador de origen africano en recibir el Balón de Oro (1995) hasta la fecha, otorgado al mejor jugador del año según la FIFA.
Al finalizar su carrera deportiva, que destacó por su participación en los clubes Paris Saint Germain y Milán, Weah se dedicó a actividades de carácter humanitario y político, llegando a postularse como presidente de Liberia.
Tras haber vencido en la primera vuelta con un 28 por ciento de los votos, perdió la segunda ante Ellen Johnson-Sirleaf, de 67 años de edad, quien se convirtió en la primera mujer presidente del continente africano.
Weah inició inmediatamente una campaña de denuncia de frade electoral, consiguiendo apoyo de sus partidarios, quienes organizaron manifestaciones.
En 2014 Weah fue electo como senador y en las elecciones de 2017 acaba de superar a sus contrincantes, y aunque los resultados oficiales serán anunciados el 25 de octubre, ya pocos dudan de su victoria.
Otro futbolista que cambió el balón por el cetro de mando fue el georgiano Kakha Kaladze, ganador en dos ocasiones de la Liga de Campeones con el Milán.
Kaladze se sumó en las postrimerías de su carrera al partido político opositor de Mijaíl Saakashvili Sueño Georgiano, y tras alcanzar el poder fue nombrado Ministro de Energía y Recursos Naturales.
Le puede interesar: Cristiano Ronaldo: "Nunca ha habido ocultación en mis declaraciones"
No obstante, Kaladze se mantuvo en el cargo durante un quinquenio, durante el cual se erigieron 18 centrales hidroeléctricas, tres térmicas y una central eólica, con un monto de inversiones superior a los 1.200 millones de dólares.
El próximo 21 de octubre el exfutbolista se postulará para alcalde de Tiflís, liderando las encuestas con amplio margen.
Lea más: Una leyenda del fútbol ruso en los guantes del portero mexicano Memo Ochoa
Su paso por la política fue breve tras retirarse de fútbol, al ser elegido como senador por el partido liberal conservador Movimiento Reformador, tiempo que aprovechó para intentar desarrollar la infraestructura deportiva de su país.
Sin embargo, un año más tarde retornó al fútbol, encabezando el club Sint-Truiden, donde tampoco duró mucho y pasó como entrenador por varios equipos, con relativo éxito.
Otro fue el destino del italiano Gianni Rvera, verdadera leyenda del Milán, equipo al que perteneció durante casi dos décadas.
Además: El fútbol: un ambiente cruel y hostil a las diferencias
Las diferencias políticas con Il Cavaliere, como apodan a Berlusconi, lo obligaron a iniciar su carrera política, siendo elegido diputado por el Partido Demócrata Cristiano ante la Cámara de Diputados del Parlamento italiano en 1987 y llegando incluso a ser vicesecretario de Defensa durante el Gobierno de Romano Prodi.
En abril de 2005, Rivera sale del marco nacional, siendo electo al Parlamento Europeo, y reelecto posteriormente en 2008.
Durante toda su carrera política, Rivera ha sido un crítico consecuente de Berlusconi, tanto en el campo político como en lo relacionado con la gerencia de clubes de fútbol.
En 1995 el rey del fútbol, Pelé, fue designado ministro extraordinario de Deporte de Brasil, con el fin de luchar contra la corrupción, pero años más tarde, sus propias compañías fueron acusadas de malversar alrededor de 700.000 dólares de fondos caritativos.
Aunque las acusaciones finalmente no fueron probadas, Pelé abandonó su cargo.
Antes de Pelé, otro futbolista fue ministro de Deporte de Brasil: en marzo de 1990 Zico también ocupó el cargo, pero su paso fue breve, durando poco más de un año, aunque durante su mandato impulsó una propuesta de ley que regulase las actividades comerciales de los clubes de fútbol y contribuyó al desarrollo más profesional de estos.