El Banco Central aumentó la compra luego de la introducción de las sanciones antirrusas por parte de Estados Unidos y la Unión Europea. Desde entonces, el regulador ruso adquiere alrededor de 100 toneladas más de oro por año que cualquier otro regulador del mundo.
"Los países acumulan oro pensando en cuestiones defensivas estratégicas, por si hubiera una situación completamente disruptiva entre países, en tanto las monedas podrían perder su valor. Por eso es mejor tener lingotes de oro que van a ser la base de cualquier otra moneda, o de cualquier otra cosa de valor en el fututo. Tiene más sentido ese recurso físico perdurable, y no el activo financiero que no tiene en sí ningún valor intrínseco (…) El país cree que va a ser mejor tener oro más que dólares porque tiene bloqueos esto y lo otro, entonces no voy a tener la moneda de mi enemigo. Eventualmente, si Rusia tiene muchos dólares y Estados Unidos quiere hacer algún daño, la moneda podría ser manipulada o estar sujeta alguna práctica del país emisor. Pero es una hipótesis".