El proyectil, de 10 kilotoneladas de TNT, superó una distancia de 10 kilómetros y explotó a una profundidad de 35 metros, destruyendo dos submarinos, dos destructores y dos dragaminas. Sputnik te presenta algunos de los torpedos de fabricación soviética y rusa más temibles.
El proyecto más ambicioso en la historia de la Marina de Rusia ha sido el torpedo gigante T-15, desarrollado en la década de los 50. Los supertorpedos de 1.550 milímetros, 40 toneladas y 20 metros de largo podían ser portados en los submarinos atómicos del proyecto 627, diseñados especialmente para cargar con estos proyectiles.
Se suponía que la URSS iba a atacar con estos torpedos objetivos estratégicos estadounidenses como puertos y grandes ciudades costeras.
Los trabajos para desarrollar el torpedo se desarrollaron mientras se realizaban las pruebas de la primera bomba de hidrógeno, la RDS-6, activada en agosto de 1952. No obstante, cuando —dos años después— los marineros soviéticos dispusieron de los detalles secretos de la documentación técnica del torpedo, no le vieron la utilidad al arma, que ocuparía una quinta parte de todo el espacio del buque. Además, la velocidad y el alcance del torpedo dejaban mucho que desear.
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Dos años después, el 10 de octubre de 1957, el torpedo fue lanzado desde el submarino del proyecto 613 S-144. La explosión hundió cuatro buques, además de dos submarinos obsoletos. Tras una prueba exitosa, el torpedo entró en servicio de la Flota. En 1960, fue reemplazado por el proyectil ASBZO, de 533 milímetros y 20 kilotoneladas de TNT.
En octubre de 1961, tras la detonación de la histórica Tsar Bomba —de más de 50 megatoneladas de TNT— en la Nueva Zemblá, el académico soviético Andréi Sájarov también sugirió la necesidad de diseñar un poderoso torpedo submarino.
"A mí me preocupaba que aún no existiera un buen portador para la bomba. Los bombarderos no cuentan, es muy fácil derribarlos. Decidí que un torpedo muy grande lanzado desde un submarino podría convertirse en ese portador. Pensé que sería posible crear un motor nuclear reactivo de agua y vapor para un torpedo así para luego atacar los puertos del enemigo, ubicados a cientos de kilómetros", escribió en su libro de memorias.
A finales de 2015, una diapositiva con el torpedo ruso del proyecto secreto Status-6 apareció casualmente en la televisión rusa, en un reportaje sobre una reunión del presidente Vladímir Putin con representantes del sector de la Defensa en Sochi. El proyecto ruso ha sido motivo de preocupación para la comunidad internacional.
Las mismas fuentes comunicaron que, en caso de conflicto global, este proyectil podría causar un tsunami capaz de destruir todas las infraestructuras costeras del enemigo, incluidos los portaviones, las fábricas de armas y las ciudades. No obstante, todavía se desconocen los detalles de la prueba del proyectil ruso.