"Es importante hacer una defensa del multilateralismo, contra el aislamiento o la cerrazón, como ahora lo hacen importantes voces alrededor del mundo, que apuestan por ir en contra de soluciones globales a los problemas internacionales", dijo la presidenta de la Comisión de Relaciones Exteriores del Senado de México.
Frente a las olas de nacionalismos, proteccionismos comerciales y tendencia xenófobas, la legisladora señaló que "la realidad multilateral internacional se impone".
Esos asuntos, afirmó, deben ser examinados con base de los principios de "la cooperación y el diálogo para el desarrollo, en busca de soluciones globales".
Los énfasis que el parlamentarismo internacional debería colocar en su próxima cita son, en primer lugar, la llamada "agenda de desarrollo", apuntó.
Esta importante lista "abarca los temas del mundo en los cuales ya existe un consenso, vistos desde la perspectiva de la democracia y un enfoque de derechos humanos", acotó la senadora.
En cuanto a la principal preocupación latinoamericana y caribeña señaló que "la desigualdad es gravísima, en un mundo que produce más bienes y servicios, pero que genera mayor pobreza, desigualdad y exclusión".
Consideró también que el rol de las representaciones parlamentarias debe ser como "un puente natural con la pluralidad de los países".
A través de la UIP, los representantes de las gentes de muchos países "observamos una agenda global internacional, que parece lejana a los ciudadanos; y nos corresponde convertirla en una agenda cercana" a los representados, que "se materialicen en políticas públicas".
Lo que se demanda de los parlamentos actualmente es "un mayor involucramiento en los problemas globales, mediante un multilateralismo que hoy no podemos dar por sentado, porque está cuestionado, y por lo tanto hay que defenderlo y fortalecerlo".
La ausencia de EEUU
Al examinar la ausencia de EEUU de la UIP, la senadora mexicana indicó que la organización ha demostrado ser "abierta, plural e incluyente".
No obstante, recomendó "observar con realismo al Congreso EEUU, con el que tenemos un diálogo constante y global", desde una experiencia de vecindad.
Por lo tanto, afirmó que "es poco probable que mientras no cambie la composición en el Congreso de EEUU sea posible que ese país regrese a la UIP".
Frente a ese aislacionismo considera "fundamental no dejar de poner los pies en la tierra sobre la realidad de ese país, que ha decidido salirse incluso del Acuerdo de París" contra el cambio climático, firmado en abril de 2016.
Comentó asimismo que, como presidenta de la comisión senatorial de Relaciones Exteriores de México, su trabajo "ha sido verdaderamente global en los últimos cinco años".
El Congreso de México supervisa la renegociación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) y aborda además "la agenda de migración y de refugiados, que no son solo de América del Norte, sino se presentan en muchas latitudes que requiere de su repatriación".
Una atención particular despliega en la diplomacia con Centroamérica, región con la cual "México impulsa una política exterior de desarrollo compartido".
La diplomacia parlamentaria mexicana la completa la renegociación del Acuerdo Global con la Unión Europea, basada en el pacto de 2000, y el impulso de nuevos tratados comerciales en Asia Pacifico, mientras "buscamos también un importante acercamiento con África".
El último lustro al frente de las relaciones internacionales del Senado mexicano se traduce en una "diplomacia parlamentaria, que han requerido muchos diálogos, negociaciones y consensos con parlamentos de esas regiones".
Una plataforma para la UIP
Los parlamentos miembros necesitan "una UIP mejor organizada a su interior, para poder dar respuestas al mundo".
El segundo eje "es una UIP al servicio de las y de los parlamentarios, que ayude a la construcción de sus capacidades, y que se centre en las personas, para la acción tanto en sus países como en la esfera global".
La relación de la UIP con los parlamentos nacionales es el tercer eje temático: "Necesitamos que se traduzcan en una relación más dinámica y productiva", afirmó.
La intensa capacidad e información de la UIP, agregó, debería "apoyar a los parlamentos nacionales en los temas y momentos cruciales".
Finalmente, el cuarto eje es la relación de la UIP como observador de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) y los organismos de carácter global y multilateral.
Esa proximidad internacional, puntualizó, debe buscarse con "quienes tengan relación con la agenda de la Unión Interparlamentaria, y que compartan sus principios con un enfoque basado en la democracia".
La elección de la nueva presidencia de la UIP se realizará durante la 137 Asamblea de la Unión, del 14 al 18 de este mes, que correspondería a representantes de América Latina y el Caribe.