El Instituto Ucraniano de la Memoria Nacional ha elaborado el juego 'Cien años de lucha. Ucrania: la revolución nacional de 1917-1921'. En el juego, entre las ciudades étnicamente ucranianas se encuentran la polaca Przemysl, Chelm, Sanok, Siedlce y Zegiestow.
"Es el deseo de los nacionalistas ucranianos aprovechar el territorio polaco. Creen que la tierra donde haya al menos cinco o seis ucranianos debe pertenecer a Ucrania. Siguiendo esta lógica, los polacos también pueden decir que en Dniepropetrovsk viven 368 de sus compatriotas, de manera que pertenece a Polonia. Esta locura nacionalista es semejante a una enfermedad mental severa e incurable. No pueden ni siquiera controlar las tierras que ya tienen", se indigna Partacz.
Todo esto hace gracia, pero asimismo incita el odio étnico y muestra intentos de apoderarse del territorio de un país vecino, subraya Partacz.
No obstante, el Instituto Ucraniano de Memoria Nacional promueve este juego con el fin de "despertar la identidad nacional de la gente y mejorar el sentido de orgullo en su país entre la generación más joven".