"No hay indicios que apunten a la existencia de una organización criminal estable, organizada, dedicada a la práctica de delitos, lo que se ve son actividades políticas siendo tratadas como delictivas, lo que es una inspiración antidemocrática", dijo el diputado Bonifácio Andrada, encargado de elaborar el informe sobre la denuncia que presentó la Fiscalía, en su comparecencia en la Cámara baja.
La Fiscalía les denunció por formar parte de un esquema corrupto formado en el oficialista Partido del Movimiento Democrático de Brasil (PMDB), que en los últimos años desvió al menos 587 millones de reales (188 millones de dólares).
Andrada, quien pertenece al conservador Partido de la Social Democracia Brasileña (PSDB), uno de los aliados del Gobierno Temer, cree que las acusaciones contra Temer y sus ministros se basan en declaraciones "espurias, sin credibilidad".
En esa conversación, el mandatario presuntamente daba luz verde a varias maniobras para obstruir la Operación Lava Jato, pero tanto Temer como sus aliados la deslegitiman alegando que se consiguió de forma ilegal.
Algunos diputados de la oposición pidieron que se analizaran de forma separada las denuncias de Temer y las de sus dos ministros, pero el presidente de la Comisión de Constitución y Justicia, Rodrigo Pacheco, determinó aprobar un único parecer.
Ese texto será llevado a votación en las próximas semanas al plenario de la Cámara, donde están presentes el total de los 512 diputados, y ahí se producirá la votación definitiva.
Para que la Cámara autorice al Tribunal Supremo Federal a investigar a Temer, Padilha y Franco se necesitan, como mínimo, los votos favorables de 342 diputados.
Temer pasó por este mismo proceso hace unos meses, después de ser denunciado por un delito de corrupción pasiva por presuntamente haber recibido sobornos del grupo JBS, pero los diputados decidieron archivar la denuncia.