Se prohíbe de este modo la venta al país asiático de gas natural licuado y limita la de petróleo y sus derivados. Además impide la importación de productos textiles norcoreanos y restringe los permisos de trabajo a ciudadanos de ese país.
China se mantuvo al margen del conflicto coreano hasta mediados de este año. En agosto, se alineó con las sanciones del Consejo de Seguridad de la ONU y prohibió la importación de carbón, hierro, plomo y pescado desde Corea del Norte.
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"China es el país que realmente importa. Toda sanción que el mundo imponga a Pyongyang no es tan relevante ya que el gigante asiático es su mayor socio comercial. Sin embargo en los últimos meses prohibió las contrataciones de nuevos trabajadores norcoreanos en su territorio y a los que se les acaba el contrato deben irse. Hay mucha presión del mundo hacia Pekín porque son los únicos que pueden ejercer presión sobre Corea del Norte", explicó Aquino.
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Para el académico, los ensayos balísticos de Pyongyang han provocado que Estados Unidos instale sistemas antimisiles en la región, provocando el enojo de China con Corea del Norte.
"Hasta hace un tiempo los ensayos nucleares norcoreanos eran previamente avisados a China, pero últimamente fueron una sorpresa para Pekín. Por eso están molestos y ejercen este tipo de presión", concluyó Aquino.