"La semana pasada por segunda vez en el año fue detenido un empleado turco de nuestra misión diplomática por las autoridades turcas; pese a todos nuestros esfuerzos para establecer los motivos de la detención no logramos definir qué pasó y cuáles son las pruebas contra nuestro empleado, si es que las hay", indicó el diplomático estadonidense.
"El empleado se ocupaba del fortalecimiento de la interacción entre los órganos del orden de EEUU y Turquía", señaló el embajador, y "la comunicación con la policía turca y viajes junto a ella eran parte de sus responsabilidades".
El diplomático señaló que "el Gobierno turco no nos dio información que muestre que el empleado estuviese implicado en algún tipo de actividad ilegal".
"Esta detención pone sobre la mesa la pregunta si el objetivo de algunos funcionarios consiste en socavar la larga historia de cooperación entre Turquía y EEUU", señaló.
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La crisis diplomática entre EEUU y Turquía se desató tras el arresto de Metin Topuz, un empleado turco del Consulado estadounidense en Estambul a quien se le imputan delitos de espionaje y atentado contra el orden constitucional.
Según las autoridades turcas, Gülen es el cerebro de la intentona golpista que se saldó con unos 240 muertos –sin contar a los amotinados– y casi 2.200 heridos en julio de 2016.
Tras la asonada, Ankara lanzó una campaña de purgas entre los simpatizantes de Gülen, autoexiliado desde 1999 en EEUU.
Decenas de miles de militares, policías, jueces, funcionarios y profesores fueron suspendidos, detenidos o están siendo investigados por presuntos vínculos con el movimiento gülenista.
