"Manifestamos nuestra preocupación y repudiamos todo accionar de violencia, de tortura y cualquier otro accionar que violente los derechos humanos de un parlamentario que se encuentra detenido y que merece tener todas las garantías constitucionales e institucionales como cualquier ser humano que vive en este planeta", dijo a Sputnik la presidenta de la Comisión, Cecilia Britto.
En septiembre, el legislador realizó una huelga de hambre de ocho días para exigir que lo liberen o que le den mejores condiciones de reclusión.
Caro "ha estado sometido a tortura y se ha cosido los labios haciendo una huelga de hambre, una situación sumamente grave", denunció Britto, diputada por la provincia argentina de Misiones (noroeste).
La legisladora agregó que la situación de salud de Caro "es gravísima".
"Por lo tanto no podíamos quedar en silencio frente a la denuncia recibida por parte de parlamentarios de Venezuela", afirmó.
Las autoridades venezolanas sostienen que Caro está relacionado con la "conformación de bandas armadas", vinculadas a sectores paramilitares colombianos, y señalan que cuando fue detenido portaba "material desestabilizador", que incluía un fusil de guerra, cartuchos y explosivos.