De acuerdo con el autor, la reciente mejora económica de Rusia ha dado a Vladímir Putin, presidente del país, motivos para regocijarse, ya que "los negocios en la economía rusa no van tan mal como se esperaba".
Gracias a una cuidadosa política financiera, el Kremlin fue capaz de superar los años de crisis sin grandes pérdidas, continúa Schneider. Y aunque las sanciones por parte de la Unión Europea y de Estados Unidos hayan impactado a las empresas rusas de manera negativa, el país pudo hacer frente a las medidas. Esto se debe, en gran parte, a las grandes reservas de divisas acumuladas a lo largo de los años, señala el autor.
Lea también: La economía rusa superó la crisis y sigue creciendo
La caída en los precios del petróleo, por su parte, afectó significativamente al país. Sin embargo, al mismo tiempo, el debilitamiento del rublo hizo las exportaciones de productos rusos más atractivas. En 2017, con las previsiones positivas de inflación y el fortalecimiento de la moneda rusa, el Banco Central del país ha bajado la tasa de interés cuatro veces. Y planea reducirla aún más, lo que afectará positivamente el crecimiento económico del país, considera el columnista de Focus.
En 2016, la fuga de capital del país también disminuyó significativamente, apunta Schneider. Además, los expertos predicen un aumento en el precio del crudo para finales del año corriente, se espera que el precio del barril llegue a 60 dólares, concluye el autor.
Le puede interesar: Ministro de Economía ruso anuncia tres años de estabilidad del rublo