"En estos momentos trabajamos con unas veinte compañías, tenemos dos proyectos muy importantes en fase final, uno de ellos en la Zona Especial de Desarrollo Mariel, una dirección muy interesante, la construcción de una fábrica de procesamiento de materiales compuestos, nuevas tecnologías", aseveró, al referirse a sus actividades en la mayor de las Antillas.
Según el empresario, a lo largo de dos años la compañía ha "preparado una especie de plataforma que ahora comienza a dar sus primeros frutos", aunque lamentó que por el momento hay más interés que compañías que concreten su presencia en Cuba.
Por ello, afirmó Chalgasián, su empresa busca promover, mostrar, presentar más compañías en este mercado.
"Cada vez promovemos más, mostramos, presentamos más compañías; parte de ellas se queda, otras nos encargan que continuemos los trámites, y lamentablemente otra parte no encuentra allí lo que busca", señaló.
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Chalgasián definió a Cubacon como "una especie de 'integrador' ruso, en cierto modo una consultoría de inversiones, una consultoría financiera, para las compañías que quieren acceder al mercado de Cuba".
"Les ayudamos, tenemos proyectos en la Zona Especial de Desarrollo Mariel, estudiamos el mercado, estudiamos las estructuras, y posteriormente podemos convocar a socios o participar directamente", amplió.
Según el empresario, llegó al Estado caribeño dos años atrás y "se enamoró del país".
El director de Cubacon comentó que hay empresarios rusos que "tienen miedo de ir a Cuba, hay cosas que no comprenden, hay muchas incógnitas, la gente viene, luego se van y se olvidan del tema".
"Por eso decidimos asumir esta función ayudando a nuestro empresariado a trabajar, hallar soluciones, ya disponemos de una estructura, juristas, consultores, que nos permite realizar nuestra labor", afirmó.
Chalgasián también compartió con el corresponsal de Sputnik las principales dificultades a las que se enfrenta el empresariado extranjero en Cuba.
Para el empresario, "puede que en cierto sentido eso sea bueno, porque como dicen en Cuba, hay que ser amigos antes de emprender un negocio, y nosotros quizás ya nos estemos convirtiendo en amigos".
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"Nos enfrentamos a procesos burocráticos, un proceso lento de toma de decisiones, y el hecho de que estemos allí es positivo, porque en el terreno podemos volver a tocar una puerta, mientras que una compañía que trata de llevar las cosas a distancia se enfrenta a dificultades insuperables", concluyó.