Así, alumnos y estudiantes de Polonia, Eslovaquia, Hungría, República Checa, Rumanía, Rusia, Ucrania se congregaron para celebrar cuatro días de amistad y paz.
El Congreso 'La juventud de Europa por un mundo sin violencia' se organiza cada tres años, siempre en el mismo lugar, donde cientos de jóvenes llegan a Auschwitz-Birkenau, uno de los escenarios con una de las historias más oscuras y pesadas de la historia, convirtiéndolo en un centro de peregrinación que recuerda a las víctimas de la violencia.
El encuentro fue organizado por la Comunidad de Sant'Egidio — reconocida por su actividad benéfica y pacificadora —, que actuó como mediador en el proceso de paz en Mozambique, y es famosa por su lucha contra la SIDA y la pena de muerte. Actualmente, tiene presencia en 73 países (incluidos de Europa, América, África y Asia).
Algunos concurrentes al evento ya habían participado en iniciativas promovidas por la institución: ayudan en sus ciudades y pueblos a gente sin hogar y migrantes; a ancianos solitarios, y a los enfermos. Sin embargo, la mayoría de ellos llegaron a Cracovia para entender mejor los errores del pasado y conocer cómo lograr un mundo mejor para todos, y cómo todos juntos podemos hacer grandes cosas. Es el caso de Olga, proveniente de Kiev.
"Cuando veo lo que pasó en Auschwitz, entiendo la importancia de cambiar la actitud hacia la gente sin hogar, los gitanos. Fue muy importante reunirnos con nuestros amigos de Rusia para ver la infinidad de temas e ideas que compartimos, y que es aún más importante ver un futuro común. Eso me hacer creer que, empezando por estas centenares de personas, el mundo entero se puede cambiar".
Uno de los momentos más emotivos vivido del evento, fue el testimonio de Rita Prigmore, gitana sinti, de Wurzburgo, Alemania. Junto a su hermana melliza, cuando tenían seis años de edad, fueron víctimas de los experimentos genéticos del doctor Josef Mengele, cuyo objetivo era cambiar el color de los ojos de los niños gitanos. Rolanda, la hermana de Rita, falleció a causa de los experimentos. Rita logró sobrevivir y dedicó toda su vida a contar la historia de su familia y de su pueblo, a advertir a la gente de los peligros que encierran el racismo y el odio.
Su historia y su llamado a perdonar y construir la paz tuvieron un gran impacto en el público: mucha gente no pudo contener las lágrimas y aplaudieron a Rita para agradecerle su testimonio. Daniil de Moscú transmitió la importancia de esta lección.
"Otra vez me convencí de que perdonar es imprescindible para cada uno de nosotros. Es de total vigencia. Te libera, ayuda a empezar de nuevo, ver las cosas con claridad. Restaura las relaciones. Lo vi gracias a Rita que sobrevivió al sufrimiento y la violencia. Quizá aún sienta este sufrimiento, pero ella supo perdonar".
Posteriormente fue organizada una visita al complejo Auschwitz-Birkenau, tras la cual los participantes del foro recorrieron en silencio el último kilómetro del camino — a lo largo de las vías férreas —, desde la entrada hasta el monumento conmemorativo, donde depositaron ofrendas florales, a la vez que representantes de cada país hicieron un llamado a la paz, cada uno en su propio idioma.
Al concluir este acto conmemorativo, se organizó en la ciudad de Wieliczka, situada a 10 km de Cracovia, una oración por la paz por cada país que sufre de guerra y violencia. Ksenia, de Moscú, comentó sus impresiones.
"Hicimos una oración por la paz en todo el mundo, una parte de la cual consistía en que se leían en voz alta los nombres de los países donde hay guerras y violencia. Y mientras leían, traían velas, y cada vela significaba un país. Y había tantos nombres y tantas velas que en algún momento yo entendí cuanta violencia hay en el mundo. Y eso es tan triste. Y, al mismo tiempo es tan importante que haya una iniciativa así que llama a recordar todos los lugares en guerra y toda la gente que sufre".
Sin embargo, lo más importante del foro — como destacan por unanimidad sus participantes —, era el ambiente de amistad sin fronteras. Mientras que la situación política internacional se hace más preocupante, los jóvenes que se reunieron en Cracovia demostraron con su ejemplo que existe la posibilidad del dialogo y comprensión.
Así lo manifestó Stefan de Kiev.
"Estoy muy impresionado porque hemos experimentado de todo: hemos vivido miedo en Auschwitz-Birkenau, pero también momentos de alegría y amistad con amigos de otros países. El tema principal fue la paz, pero me parece que no sólo hablamos de la paz, sino que también la construíamos, lo construía yo mismo con mis amigos de Rusia".