"Desde el punto de vista humanitario, sería terrible exigir que regresara a su tierra natal", dijo el tribunal migratorio de Gotemburgo argumentado la edad avanzada de la demandante y su estado de salud.
Uzbeki obtuvo el permiso para permanecer en Suecia durante 13 meses, tras lo cual podrá solicitar a las autoridades que extiendan su estancia en el país.
La anciana vive en un pequeño pueblo sueco de Hova junto con 11 familiares.
A principios de septiembre, las autoridades migratorias suecas rechazaron su solicitud de asilo, poniéndola en el riesgo de deportación, un noticia que afectó profundamente su estado de salud.