"Sería muy preocupante si los bombarderos estratégicos estadounidenses cruzaran la Línea Límite Norte (LNN, la frontera marítima occidental entre los dos Corea) y regresaran sin realizar muchas consultas con nuestro gobierno", dijo Moon, citado por Korea JoonAng Daily.
Una guerra contra el Norte "no puede ocurrir aunque se rompa la alianza con EEUU", subrayó Moon.
El pasado 23 de septiembre, varios bombarderos estratégicos B-1B Lancer, procedentes de la base aérea estadounidense en Guam y escoltados por aviones de combate F-15 que llegaron de Okinawa, hicieron una aparición en el espacio aéreo internacional cerca de la costa norcoreana, según el Pentágono, "lo más al norte de la Zona Desmilitarizada que ningún caza o bombardero estadounidense haya volado en el siglo XXI".
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No hubo ninguna respuesta militar por parte de Corea del Norte aunque dispone de un radar de alerta temprana capaz de detectar blancos a una distancia de hasta 600 kilómetros. El hecho llevó a la inteligencia surcoreana a pensar que los aviones habrían pasado desapercibidos.