En la obra, titulada 'La Tercera Guerra Mundial de Churchill: planes británicos de atacar la Unión Soviética en 1945', se afirma que en la primavera de ese año el entonces primer ministro británico Winston Churchill ordenó preparar un plan de operaciones.
Walter indica que Londres se enfrentaba con una serie de problemas. En los últimos meses de la guerra, las fuerzas de los aliados en Europa estaban compuestas de unos cuatro millones de personas, mientras las del Ejército Rojo consistían en 11 millones de soldados.
Además, los británicos entendieron rápidamente que si no lograban destruir al Ejército Rojo en el territorio de Europa, la única alternativa era avanzar al este a través de Polonia y luego Rusia.
"Los que planeaban (la operación) se pusieron pálidos al pensar en las enormes distancias que tenían que superar para alcanzar las fronteras de Rusia. (…) Además, una de las cuestiones más discutibles en la operación 'Impensable' era usar las tropas alemanas como parte de las tropas aliadas. Se suponía que diez divisiones de desembarco (alemanas) podrían ser aprovechadas para la ofensiva, pero como se necesitaba la redistribución de las fuerzas aliadas para que se recuperaran, entonces las divisiones no podían estar preparadas para el 1 de julio", revela el autor.
Al final, Londres rechazó el plan, lo que Walker califica de decisión correcta ya que en caso contrario, los británicos "quedarían en una trampa de una guerra terrestre con la potencia más fuerte del mundo".
Lea más: La batalla de Moscú: así cayó el mito del invencible Ejército nazi (vídeo)