"El parque Kaa Iya es un área protegida" en la que se ha construido "el Gasoducto TransBoliviano, transportador de gas a Brasil; es uno de los lugares de mayor biodiversidad del mundo, lo que demuestra que la actividad hidrocarburífera puede convivir con la Madre Tierra de manera sostenible y sustentable", dijo Sánchez, citado en un comunicado.
Sánchez habló en Expocruz 2017 donde la bióloga Rosa Leny Cuéllar y el fotógrafo Daniel Alarcón Arias, junto a 30 colegas, presentaron el libro "Kaa Iya del Gran Chaco, Amo del Monte", publicado con el apoyo del Ministerio de Hidrocarburos y resultado de 10 años de investigaciones.
El gasoducto Bolivia—Brasil tiene 32 pulgadas de diámetro y una extensión de 557 kilómetros desde el municipio de Cabezas, en el Gran Chaco del departamento de Santa Cruz (este) hasta puerto Quijarro, en la frontera brasileña.
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Sánchez aseguró que Bolivia cumple con los estándares de protección del ambiente y de seguridad de la industria petrolera.
"Que en Bolivia se encuentre esta importante reserva natural se debe al aporte del sector hidrocarburos para que haya un excelente manejo del parque", añadió.
Según el reporte institucional, hasta antes de la publicación del libro, esta reserva natural era casi desconocida.