El hallazgo fue realizado por los interferómetros LIGO y VIRGO, el primero tiene dos detectores situados en Livingstone, Luisiana, y Hanford, en Washington, y el europeo localizado en Cascina, en la campiña italiana, cerca de la ciudad de Pisa.
Sobre este nuevo hallazgo conversamos en 'Big Bang' con Mario Díaz, físico argentino, director del Centro de Astronomía de Ondas Gravitacionales de la Universidad de Texas del Valle de Río Grande.
"El hecho de que sean tres detectores permite saber con más certeza de dónde proviene esa onda. Esto va a ser muy importante para poder seguir con otros observatorios esas áreas y ver si existe alguna contrapartida de emisión electromagnética que permita una identificación más completa de la fuente", explicó Mario Díaz.