La culpa será de la escasez de materias primas para su producción, cree un equipo internacional de científicos de Estados Unidos, Reino Unido, Francia, Australia, Sudáfrica.
Cuanto más perfecto es el chip, más complejo será ensamblarlo. Hacen falta más y más materiales, que no tienen análogos y son de difícil acceso y ni siquiera el reciclaje soluciona el problema, se señala en el estudio.
"Muchas de las industrias de alta tecnología se encuentran en países desarrollados como Estados Unidos, países de Europa Occidental, Japón o Corea del Sur, que no disponen de los minerales necesarios para la fabricación. La UE ya ha creado una lista de 27 minerales considerados 'críticos' —importantes para la industria y escasos—", aclara una coautora del estudio, Natalia Yákovleva, de la Universidad de Newcastle, Reino Unido.
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Unas listas similares de minerales críticos existen también en Estados Unidos, Gran Bretaña y Australia. En el grupo del déficit se encuentra el cobre, así como metales raros como neodimio, terbio o iridio.