E 27 de septiembre varios cohetes impactaron cerca del aeropuerto de Kabul horas después de la llegada del secretario de Defensa estadounidense, James Mattis, y del secretario general de la OTAN, el noruego Jens Stoltenberg.
"El secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, y el jefe del Pentágono, James Mattis, tuvieron suerte (…) En caso de morir en ese ataque, la reputación de Estados Unidos y la OTAN hubiera sufrido un enorme daño, aunque el daño es ya obvio", dijo Korotchenko.
El movimiento Talibán y Daesh (autoproclamado Estado Islámico, proscrito en Rusia y otros países) se atribuyeron el bombardeo.
Los talibanes afirmaron que el objetivo era el secretario de Defensa estadounidense.
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Korotchenko cree que Washington fracasó en Afganistán, un país en el que a día de hoy operan Daesh, los talibanes y Al Qaeda, esta última organización prohibida también en Rusia.
"El incidente pone de relieve que la situación en Afganistán, de hecho, sigue siendo igual de complicada que cuando entraron (en 2001) las tropas estadounidenses y sus aliados en ese país", puntualizó el experto.
El ataque, remarcó, muestra que se produce la filtración de información e incluso en Kabul "uno no puede sentirse seguro".
"En este contexto, la operación rusa en Siria parece más exitosa que la de los estadounidenses", concluyó el experto.