El portavoz del Ministerio del Interior de Afganistán, Najib Danish, informó antes que varios cohetes cayeron cerca del aeropuerto de Kabul sin causar víctimas unas horas después de que el jefe del Pentágono, James Mattis, y el jefe de la OTAN llegaron en una visita sorpresa a la capital afgana.
"Es un ejemplo del profesionalismo (de los servicios de seguridad afganos), de su lealtad y capacidad de reaccionar a ese tipo de amenazas contra la seguridad en Afganistán", dijo Stoltenberg, agregando que "queda demostrado una vez más por qué debemos seguir consultándolos y entrenándolos".
Los dos grupos terroristas están proscritos en Rusia y en varios países.
"El ataque contra un aeropuerto civil es un atentado y una muestra de debilidad, no de fuerza", destacó el jefe de la OTAN.
Para Stroltenber, el precio de la presencia del bloque militar en Afganistán resulta muy alto, pero "el precio de la retirada sería más alto".
"Si las fuerzas de la OTAN se van muy pronto, existe la amenaza de que Afganistán vuelva a sumergirse en el caos y pueda convertirse nuevamente en un refugio seguro para el terrorismo", subrayó.
EEUU lanzó en 2001 una operación antiterrorista en Afganistán, más tarde con el mandato del Consejo de Seguridad de la ONU en el país se desplegó la Fuerza Internacional de Asistencia a la Seguridad (ISAF) al mando de la OTAN.
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Según estaba previsto inicialmente, el contingente de la OTAN se retiró del país en 2014, y el 1 de enero de 2015 lo vino a sustituir una misión no combativa, llamada Apoyo Decidido (Resolute Support en inglés).