"Estamos especialmente preocupados por la actividad de Daesh en Afganistán y su intención de atrincherarse en las provincias del norte", dijo Nebenzia al agregar que "actualmente en el país operan más de 7.000 combatientes del grupo terrorista".
Señaló también la creciente importancia del narcotráfico para los ingresos de los grupos terroristas.
Según el embajador ruso, el tráfico de drogas representa el 30-40% de los ingresos de los terroristas en Afganistán.
Afganistán sufre inestabilidad política, social y de seguridad por la actividad de Daesh y del Talibán (grupos terroristas proscritos en Rusia), grupo radical formado en la década de 1990, que busca implantar la ley islámica en el país.
Más de 1.660 civiles murieron y casi 3.600 resultaron heridos en Afganistán a causa del conflicto interno en los primeros seis meses de 2017, según un informe de la Misión de Asistencia de las Naciones Unidas en ese país (Unama, por sus siglas en inglés).