El mar Negro tiene características estratégicas "únicas", según Pizzi, especialista en asuntos navales. Para muchos de sus países ribereños es la única salida al océano. Actualmente, su acceso está controlado por Turquía, miembro de la OTAN. Otros dos países miembros de la alianza —Bulgaria y Rumanía— están fortaleciendo sus armadas y se estudia el ingreso de Georgia a la organización.
Las relaciones entre los países ribereños del mar Negro están reguladas por el Tratado de Montreux, de 1936, explicó el especialista. El acuerdo prevé restricciones para el ingreso de buques de guerra bajo insignias que no sean de las naciones con costas allí. En ese sentido, la creación de una flotilla de la OTAN frente a las aguas rusas es un escenario posible solo a través de la participación directa de Bulgaria, Rumania y Turquía.
"Sus buques no tendrían limitación en su tonelaje de acuerdo con los términos del tratado vigente. Eventualmente el interés de la OTAN en la creación de esa flotilla se basaría en el reparto de responsabilidades entre los tres estados ribereños que son miembros para no violar un estatus preexistente a su creación (1949) que está perfectamente vigente", explicó a Sputnik Pizzi.
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Dada la soberanía sobre las dos márgenes de los estrechos de entrada y salida al mar Negro, Turquía tiene "la llave" a la zona, pero tras la sublevación militar de parte de las Fuerzas Armadas contra el Gobierno de Recep Tayyip Erdogan en 2016, "hay una desconfianza lógica en las cadenas de mando y esto ha tenido su correlato dentro de la OTAN".
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— Sputnik Mundo (@SputnikMundo) 21 de mayo de 2017
"La alianza ha tomado nota de esta situación y a través de sus últimas decisiones ha tratado de repartir las responsabilidades entre sus otros miembros para quitarle a Turquía la parte del león respecto al esfuerzo marítimo de la organización en la zona", opinó Pizzi.
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Ante este "dilema de seguridad", Bulgaria y Rumania están modernizando sus flotas, un hecho que "puede generar intranquilidad en los vecinos". Los buques de estos países deben cerrar "brechas tecnológicas" dada la rápida obsolescencia de sus armadas.