"Los vehículos no tripulados transmitieron las coordenadas de los objetivos a los puntos de mando y controlaron su posterior eliminación", comunicó el servicio de prensa del Distrito Militar Central.
La distancia máxima que pueden alcanzar con un solo disparo es de 40 kilómetros.
Según la preparación de las maniobras, la artillería, junto con los operadores de los complejos de reconocimiento Streletz y la aviación no tripulada, tenía que destruir varios grupos de terroristas que se acercaban a una ciudad.
"Los equipos de reconocimiento más modernos garantizaron que los herederos de las legendarias Katiushas pudieran lanzar rápidos ataques, lo que permitió evitar pérdidas entre las unidades antiterroristas", destacaron los militares.
En total, más de 1.000 personas y alrededor de 150 unidades de armamento militar participaron en los ejercicios realizados en la región de Cheliábinsk.
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