"Más de 110.000 kilómetros de trechos de ríos están con la calidad comprometida debido al exceso de carga orgánica, de los cuales en 83.450 kilómetros no está permitida la captación del agua para el abastecimiento público debido a la contaminación hídrica", señala el informe.
El texto también revela que poco más de la mitad de los brasileños que viven en áreas urbanas (55%) tiene acceso a servicios de tratamiento de residuos líquidos considerados adecuados, ya sea a través de una solución individual (fosa séptica) o recogida seguida de tratamiento.
La mejor calidad del agua de los ríos se da en la región hidrográfica amazónica (noroeste del país) por su enorme capacidad de diluir la carga orgánica, ya que concentra el 53%o del caudal disponible en el país, pero apenas el 7% de la población.
En cambio, en la región sureste, donde se ubican ciudades como Río de Janeiro y Sao Paulo, es donde se encuentran los peores resultados puesto que la población es seis veces mayor que en la región amazónica y solo posee el 4% de disponibilidad hídrica.