"Hemos discutido todas las opciones, un escenario en que el referéndum se suspenda y otro en el que el plebiscito tenga lugar. Turquía lo toma [la votación] muy en serio y va a actuar de acuerdo con sus intereses y su seguridad nacional. Hemos elaborado planes para todo tipo de amenazas y espero que no tengamos que aplicarlos. Consideramos que es lo correcto no hacerlos públicos ahora. Hemos examinado todas las medidas y sus consecuencias", explicó Bozdag a los periodistas en una rueda de prensa.
El político resaltó que el referéndum constituye una amenaza directa para la seguridad nacional de Turquía, incrementa las tensiones en la región y puede tener consecuencias impredecibles.
El vice primer ministro también agregó que Turquía está en contra de que se aplace el referéndum e insiste en que los kurdos se olviden de la idea. Bozdag recordó que existen varios acuerdos con Irak según los cuales Ankara puede intervenir si se celebra un referéndum, aunque no especificó de qué manera exactamente podría intervenir.
El referéndum de independencia del Kurdistán iraquí está previsto que se realice el 25 de septiembre. Como señaló el jefe de la autonomía, Masud Barzani, a pesar de la presión a la que se está sometiendo a las autoridades locales, no se pospondrá la celebración del plebiscito y la votación se celebrará en la fecha prevista.